En una reveladora conversación con Luis Alfredo Sierra, uno de los amigos más íntimos de Diomedes Díaz, surgió una anécdota poco conocida que arroja luz sobre la peculiar elección del legendario cantante de vallenato. La historia se desarrolló en una fiesta privada en Cartagena, y aquí te contamos todos los detalles.
Cartagena, un escenario inesperado
Si bien Valledupar era conocido por la velocidad de sus automóviles, Luis Alfredo Sierra tuvo un encuentro memorable con Diomedes cuando le preguntó acerca de su peculiar saludo: "el hombre que sopla la F100". La respuesta de Diomedes fue simple pero reveladora: "Uff, papa, a lo que daba el carro".
Esta respuesta intrigante fue solo el comienzo de la conversación, ya que Sierra estaba ansioso por compartir otra historia relacionada con la vida de Diomedes.
La finca de Felipe Eljach: una fiesta inusual
Luis Alfredo Sierra finalmente tuvo la oportunidad de relatar una anécdota que revela una faceta desconocida de Diomedes Díaz. Ocurrió en la finca del empresario Felipe Eljach, donde Diomedes y su grupo fueron contratados para una presentación y luego se preparó una fiesta privada.
"Nos fuimos para la finca y lo que había era puro macho cuando llegamos", comenzó Sierra con humor. Diomedes, sin embargo, no pareció preocuparse por la falta de mujeres en la reunión. En lugar de eso, se centró en disfrutar de la compañía de dos ancianos de San Juan del Cesar, quienes le contaban historias y lo hacían reír.
Sin embargo, cuando finalmente llegó un grupo de mujeres en una "buseta", Diomedes sorprendió a todos al elegir a una mujer que, según Sierra, era "muy fea". Incluso cuando había mujeres atractivas disponibles, Diomedes insistió en quedarse con la más poco atractiva.
La pregunta inevitable surgió: "¿Por qué eligió a esa mujer?" La respuesta de Diomedes fue desconcertante pero reveladora: "Porque esas (las feas) son las sanas, a esas no las voltea a ver nadie. A la de usted quién sabe cuántos le cayeron primero", concluyó con una nota burlesca.
La historia, aunque llena de humor y sarcasmo, arroja luz sobre la personalidad única y las preferencias sorprendentes del icónico cantante vallenato, dejando a los seguidores de Diomedes Díaz con una anécdota inédita para recordar.