Una nueva polémica ha estallado en la escena política suramericana con la publicación del más reciente ránking de popularidad de presidentes en la región. Según la consultora especializada en análisis del clima social y escenarios electorales, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, se posiciona como el líder indiscutible en cuanto a aprobación se refiere, con un sólido 62,5 % de respaldo entre los encuestados. Sin embargo, lo que ha captado la atención de la opinión pública es la ubicación del presidente colombiano Gustavo Petro, quien se sitúa en uno de los niveles más bajos de popularidad, con apenas un 38,6 % de aprobación, contrastando drásticamente con un 58,3 % de desaprobación.
Estos resultados han generado un intenso debate sobre las políticas y acciones implementadas por el mandatario colombiano, cuya gestión parece no haber convencido a una parte significativa de la población. Mientras tanto, figuras como Luis Lacalle Pou de Uruguay y Javier Milei de Argentina mantienen posiciones destacadas en el ránking, con índices de aprobación superiores al 50 %.
Ante este panorama, analistas políticos y ciudadanos expresan sus opiniones divididas, algunos respaldando las políticas de Petro y otros cuestionando su liderazgo y eficacia en la conducción del país. La incertidumbre sobre el futuro de su popularidad y su impacto en futuros procesos electorales se suma a las tensiones políticas en la región, donde la percepción de los líderes se vuelve un factor determinante en la estabilidad y el rumbo de cada nación.